Nov 27, 2006

El hombre árbol



La reeducación del espíritu, a veces es primordial para sobrellevar los momentos en que, o estàs bien de pie...o se pasó el minuto mágico.

El fin de año, a veces me lleva a estados de catástrofe absoluta, egoístamente pienso todas esas cosas absurdas como lo díficil que es mi vida, porque a mi y todo eso...lo pienso, y lo borro al instante. Es que al final, es díficil y siempre sé que no imposible, pero a veces duelen tanto tantas cosas...y es como el ruido tan intenso de una micro que uno siente que le pasa por encima...así, un aplastamiento emocional, un choque de todas las texturas de la vida...de todos los estados de la piel, de los ojos, del dolor de espalda, el cansancio, el corazón un poco arrugado como pasa, pero más vivo que nunca...alegrías sin fin, penas bien bien tristes..momentos queriendo soledad y otros que llega sin quererla. Carencia, ganas...añoranzas de niña que se repiten en expresiones más grandes...alegrías más grandes, penas más grandes..Wagner y su inigualable manera de hacer ver su música más enorme que todos los espacios, que no cabe, que te ahoga...o un momento íntimo de Brahms, que te deja al desnudo, revela lo que nunca dijiste, lo absorve, y lo vuelca en esta especie de paso a través del dolor más fuerte para llevarte no se como de un hoyo a otro y fuera de este.

Cada vez que pasa una gran actuación, tengo estos arranques de pensarlo todo demasiado, es una forma, de no dejarme ir tanto, de que no me lleve este tren sin fin, para poder decir que yo lo decidí todo, o lo más posible. Al final, todas mis conclusiones me llevan a lo mismo...

Esta energía que me mantiene siempre en pie..que justifica las penas, que justifica al final todo...la falta de tanto, se llena ahí...en el momento exacto que pasa justo entre la oscuridad de la parte lateral del escenario, la ropa de gala, o el traje de algún personaje..saber que en este momento que vendrà, se dejará todo en manos de personas que no conozco, que no me conocen , pero que estàn ahi, cada una en su butaca, esperando algo..lo que sea, una voz, dulzura, ira, tristeza, lo que venga..y esperan recibirlo en mil maneras, como críticos de un arte, simplemente absorver..o tal vez evocar algo idèntico a la historia que yo les quiero contar...a la persona que yo voy a ser para ellos..a la persona que cada uno de los que nos paramos ahí, va a ser para ellos...entonces: estoy en esa oscuridad y recuerdo a los que quiero, y mis penas, mi vida, la gente que me importa, la gente a la que no le importo y el no hablar, el querer tanto y recibir silencios..disputas.., lo injusto, lo que yo no puedo juzgar...la gente que amo, con ello las risas, los abrazos, la cotidianeidad...y ahí, justo antes de que pase la magia, siento la soledad...quizás me predestinaron un poco con el segundo nombre.

Esta todo ahí..todo el amor, toda la pena, toda la alegría...toda mi vida, toda la vida, se conjuga, nadie lo vè...quiero llorar, se me llenan los ojos de lágrimas pero llevo pestañas postizas...contengo la respiración, arreglo mi vestido..sonrió un poco a los que estan conmigo ahi, cada uno con lo suyo..cierro los ojos...me encomiendo y camino con una rosa blanca en la mano, que me harà sussanna de Las Bodas de Figaro, miro distinto, siento distinto...ellos en sus butacas tambièn...cada uno en lo suyo, impactado por el otro, yo por ellos en sus butacas..ellos por su memoria, o por lo que quieran cada uno...

Todo se conectó en ese instante, en que un cerrar de ojos, puede hacer toda la diferencia....al final, la vida sigue, se acabo ese momento abrumador, y todo se ve menos duro, incluso más feliz..y de fondo ..o por encima..la música y sus silecios...fiel compañera, maestra de vida...minuto mágico.

1 comment:

Anonymous said...

Linda , tienes toda la razón, que heavy que uno se le viene la vida completa antes de salir al escenario, y como que uno se sube con la vida completa al escenario, eso es muy lindo. Te quero mucho
Lía